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La sexualidad en el siglo XXI
Art.: 73 Fecha: 05-10-2016

 


El hombre desde el inicio de su existencia se ha visto impulsado para la satisfacción de sus necesidades instintivas y básicas.



La sexualidad y su satisfacción son un instinto y una necesidad.

Nuestro organismo se halla preparado para ello. El cerebro posee un sistema neuroquímico destinado a que la adecuada funcionalidad sexual produzca placer, bienestar y euforia. Por el contrario el fracaso sexual produce depresión, malestar y frustración. Desde el cerebro, las señales químicas, vehiculizadas por el sistema hormonal llegan hasta los genitales para el cumplimiento de esas condiciones básicas instintivas. A ello el hombre le agrega el condimento del amor. La educación, la religión, la cultura, la sociedad, la moral y hasta las leyes, se introducen para el adecuado o inadecuado relacionamiento sexual.

La satisfacción sexual ha sido una premisa de los milenios pasados y sigue siendo un imperativo en el año 2016.

En el campo de la Sexología Clínica, el final del milenio anterior y los albores del año 2000 se han visto conmocionados por una serie de cambios que se han sucedido rápidamente denominado la "Revolución Sexual"; el descubrimiento y manejo de los anticonceptivos; las posibilidades de solución de los problemas erectivos y del control de la eyaculación; la aseveración y demostración de la existencia del orgasmo femenino; la proyección de la potencialidad multiorgásmica femenina han dado forma a la Revolución Sexual.

Las personas se sienten dueñas de su cuerpo, de su goce sexual, de sus posibilidades orgásmicas y de su control reproductivo. Las falsas creencias, tabúes e inhibiciones sexuales han sido aclaradas en el ámbito de la sexualidad, reforzándola.

Un hallazgo que enmarca el nuevo milenio es la "Revolución Sexual de la Mujer". Todos los cambios mencionados han modificado y reforzado la independencia sexual y reproductiva femenina; la mujer está más liberada y "debe" sentirse más segura; está n condiciones de elegir y decidir, l momento, lugar, la circunstancia, la persona; puede realizar una selección más refinada sin los viejos temores; puede volverse la administradora de su sexualidad y reproducción.

A través de ello, la mujer se vuelve protagonista de cambios sociales y culturales. La administración de su sexualidad y reproducción la puede proyectar al control poblacional.

Íntimamente ligado a estos aspectos sobreviene un cambio en los "Roles Masculinos y Femeninos", y su proyección al matrimonio o "relación de pareja" y a la sexualidad. La "independencia sexual", la "independencia económica femenina" apareja cambios sociales y culturales, y producen modificaciones en la configuración de la pareja. Ello trae cambios en los roles de las personas.

A su vez se está comprendiendo que las personas no tienen por qué seguir padeciendo dificultades sexuales.

Hoy en día todo lo relacionado a la Salud Sexual es considerado como parte de la salud general del individuo.

Los medios de comunicación; las publicaciones de libros, textos, folletos; una propaganda adecuada y científica de los problemas de la sexualidad ayudan a según recomienda la Organización Mundial de la Salud. La presión por el conocimiento de nuestra sexualidad está obligando a médicos, psicólogos y psiquiatras a profundizar sus conocimientos en el área de la Sexología Clínica.

Quedan los grandes desafíos para el nuevo siglo. La potencialidad mortal del SIDA trae aparejada una "Contrarrevolución Sexual".

La sexualidad con la pareja segura. El amor y su connotación sexual han sido, es y serán siempre un desafío ligado a nuestra sexualidad. Los porcentajes crecientes de divorcios, la infidelidad, los fracasos en la sexualidad que continúan por razones diversas. Los problemas sociales como la prostitución, violación, incesto y comercialización de la sexualidad de los menores son otros desafíos.

Un porcentaje elevado de mujeres a pesar de los avances de la ciencia, no llega al orgasmo; y el hombre espera ansioso un medicamento para su erección que pueda utilizarlo a pesar de su salud deteriorada; y sin peligro para su vida. Son los desafíos para el Nuevo Milenio.

Publicado en forma parcial por el Diario La Nación, en sus fascículos de Sexualidad.





Prof. Dr. Oscar Sapena Pastor
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